Roma, Italia
16 de Julio, 2012
MENSAJE DEL SUPERIOR
GENERAL
MICHAEL BREHL, C.SS.R.
A los misioneros
Redentoristas, laicos asociados, hermanas y amigos de la Congregación del
Santísimo Redentor
Queridos Cohermanos,
Hermanos y Hermanas:
La Academia
Alfonsiana y la Teología Moral
Saludos anticipados
por la celebración de la fiesta de nuestro fundador y padre, San Alfonso María
de Liguori, el próximo 1 de agosto. Hay multitud de dimensiones testimoniales,
espirituales y teológicas en su vida que poder recordar con alegría e imitar con
fidelidad. En este mensaje querría subrayar especialmente su gran legado como
Teólogo Moralista y como Pastor.
1. San Alfonso,
Teología Moral y Academia Alfonsiana
San Alfonso afirmó
que había profundizado en la teología moral principalmente para escuchar las
confesiones de la gente pobre, de los campesinos. Fue su compromiso con los
abandonados y, especialmente con los pobres, lo que configuró y forjó su
espíritu misionero. Este compromiso lo impulsó a seguir investigando,
estudiando y escribiendo sobre teología moral incluso siendo obispo de
Sant'Agata y también después, cuando se retiró a Pagani. Su preocupación por
una teología moral imbuida de sentido pastoral impregnó toda su obra de orden
doctrinal y espiritual así como su praxis para confesores, misioneros, obispos
y pastores.
Cuando el Padre
Leonardo Buijs fundó el 9 de febrero de 1949 la Academia Alfonsiana, estaba
llevando a la práctica una decisión del Capítulo General de 1947 a fin de
continuar esta tradición tan vital para el Carisma de nuestra Congregación – la
de investigar, estudiar y reflexionar sobre la teología moral dentro del
contexto de una realidad cultural e históricamente cambiante. Para San Alfonso,
el estudio y la enseñanza de la teología moral era un servicio a la Congregación
y a la Iglesia de modo especial. No sólo realizó esta labor para ayudar a
nuestros cohermanos a prepararse al ministerio de la predicación, del
sacramento de la reconciliación y de la dirección pastoral del pueblo – su
labor de investigación proporcionó también una ayuda efectiva a los obispos, a
los pastores, a los confesores, y a los seminaristas. La Academia Alfonsiana
continúa esto mismo, que ya es una tradición, en nuestro tiempo.
2. La Academia como
prioridad de la Congregación: Decisión del XXIV Capítulo General
El XXIV Capítulo
General (noviembre de 2009) reflexionó sobre la misión de la Academia
Alfonsiana hoy día. Su Presidente, el Padre Martin McKeever, invitó a los
Capitulares a hacer frente a los retos que debe afrontar la Academia y la realización
de su cometido. Su exposición determinó la reflexión que se tuvo sobre la mutua
y necesaria relación entre la Congregación y la Academia, que implica a los
profesores, a los Redentoristas, y a los alumnos en la estabilidad económica de
la Academia.
El XXIV Capítulo
General determinó consiguientemente que "La Academia Alfonsiana es uno de
los apostolados comunes, así como una de las prioridades de la Congregación,
con la que todas las Unidades deben colaborar de forma generosa y efectiva.
Esta colaboración incluye tanto la elección y composición del cuerpo de
Profesores como la ayuda económica"(Decisión 13)
En los próximos
meses, cada Conferencia de la Congregación se reunirá para las Reuniones de
Mitad de Sexenio a fin de estudiar, entre otros temas, cómo estamos llevando a
la práctica de modo concreto las Decisiones del XXIV Capítulo General. En este
contexto es en el que escribo la presenta carta a toda la Congregación.
Mientras continuamos con el proceso de reestructuración de la Congregación para
el bien de la misión, estoy convencido de que la Academia Alfonsiana tiene un
importante papel que desempeñar – no sólo en bien de la Congregación, sino
también de la Iglesia Universal.
3. El Proceso de
Bolonia y el Plan Estratégico para la Academia
En la actualidad,
los países europeos están embarcados en un proceso de elaboración de normas
uniformes para todos ellos que sirvan para acreditar las instituciones
académicas. Este proceso ha sido aceptado por Italia; pero también ha sido
acogido por el Vaticano para todas las Universidades y Academias Pontificias.
En consecuencia, también debe abrazarlo la Academia. Sin entrar en detalles
sobre este complejo proceso, es importante señalar que la Academia ha de
preparar un Plan Estratégico en cuanto que es parte activa de este proceso. Las
autoridades competentes de la Academia prepararán el correspondiente plan para
las distintas áreas en las que tienen competencia, incluyendo programas,
políticas a seguir, etc.
Al mismo tiempo, la
Congregación, juntamente con la Academia, deberá abordar los principales
desafíos que permitan garantizar tanto la estabilidad económica como la
composición de un cualificado cuerpo de profesores Redentoristas. No será
posible hacer frente a estos desafíos sin el pleno apoyo y sin la colaboración
y participación de la Congregación. Cuando el XXIV Capítulo General determinó
que la Academia era un apostolado común y una prioridad para la Congregación,
insistió también en la responsabilidad de todas las Unidades a la hora de
colaborar con la misión de la Academia.
4. Colaboración
entre la Congregación y la Academia
Reconociendo que la
Academia Alfonsiana ejerce su misión y actividad en conexión tanto con la
Universidad Lateranense como con la Congregación para la Educación Católica,
soy consciente también de que la responsabilidad de la Academia ha sido
encomendada a la Congregación del Santísimo Redentor y, en particular, al
Superior General, que asume la responsabilidad de Moderador General de la
Academia. Entre mis responsabilidades se halla, pues, la tarea de promover las
relaciones entre la Academia y la Congregación, especialmente en la elección y
composición del cuerpo de profesores así como en orden a garantizar su
estabilidad económica.
Es importante
también estrechar esta relación entre la Academia y la Congregación mediante el
reconocimiento y la estima de cuanto la Academia brinda a la Congregación y a
la Iglesia Universal, como lo siguiente:
· Los Cursos regulares que imparte para la
obtención de los grados de Licenciatura y Doctorado.
· La revista Studia Moralia, con artículos
de estudio y reflexión, revista que actualmente se encuentra también accesible
online.
· Los Congresos de Teología Moral abiertos a
los cohermanos.
· Los breves cursos de renovación dirigidos
a los cohermanos y centrados en "Temas de moral orientados al Ministerio
Pastoral"; el curso de dos semanas en Tailandia, impartido en inglés del
17 al 30 de junio de este mismo año. Se está planificando igualmente otro curso
en español para 2013.
· Individualmente, los profesores de la
Academia están siempre disponibles a dar charlas, dirigir talleres o impartir
breves cursos en las diferentes Unidades y Conferencias.
4.1 Profesores
Redentoristas y Estudiantes
En la medida en que
se trata de un apostolado común y de una prioridad dentro de la Congregación,
es importante que la Academia esté atendida por un cuerpo de Profesores que
incluya un número significativo de Redentoristas comprometidos con su misión.
Cuando un Misionero Redentorista es llamado a ejercer su actividad como
Profesor en la Academia, lo hace por el bien de la misión de la Congregación
extendida por todo el mundo. No es un tema de preferencia y opción personal.
Cohermanos como los Padres Capone y Vereecke, Häring y Hitz, así como otros
muchos tan numerosos que serían demasiados para mencionarlos individualmente,
han formado parte de este cuerpo de Profesores comprometidos con la grandeza de
la Teología Moral. Esta tradición de grandeza ha continuado. Sin embargo,
cuando fijamos nuestra mirada en el futuro, vemos que la Congregación debe
hacer significativas opciones y tomar importantes decisiones para que la
próxima generación de Profesores esté preparada para responder a esta llamada.
Sólo es posible
garantizar que habrá Profesores Redentoristas disponibles para la Academia si
garantizamos que los cohermanos se preparan desde ahora. Estoy convencido de
que debemos alentar a un mayor número de Unidades a que envíen cohermanos
Redentoristas a la Academia Alfonsiana a fin de que estudien en ella y en otros
Centros; y esto, no sólo para proporcionar excelentes profesores para la
formación inicial de nuestros alumnos, sino también para que se amplíe el grupo
de candidatos dispuestos a enseñar y dedicarse a la investigación en la
Academia. Insto, pues, a las Conferencias y a las Unidades, individualmente, a
considerar atentamente de qué forma pueden colaborar en este terreno.
4.2 Estabilidad
Económica
AComo bien saben,
toda la Congregación ha sufrido los efectos de la crisis económica de los
últimos años. Esta crisis ha afectado también a la Academia. Durante años,
muchas Unidades han venido contribuyendo económicamente al mantenimiento de
este ministerio, que es una prioridad para la Congregación. Algunas de aquellas
Provincias que estuvieron haciéndolo, ya no están en condiciones de seguir
contribuyendo tan generosamente como en el pasado. Les estamos ciertamente muy
agradecidos por el compromiso económico que vinieron desarrollando como
auténtico signo de solidaridad y de servicio a toda la Iglesia. Soy igualmente
consciente de que las diferentes formas de garantizar esta solidaridad deben
hallarse hoy a la luz del cambio que ha sufrido nuestra situación.
La Comisión para la
Solidaridad Económica, el Secretariado General de Economía, y el Gobierno
General están buscando formas más eficaces de garantizar la estabilidad
económica de la Academia Alfonsiana. Esto sólo será posible en solidaridad con
la Congregación a numerosos niveles. Hay que encontrar soluciones duraderas a
los problemas económicos. Sin embargo, a corto plazo, debemos encontrar también
fuentes de nuevos ingresos que sustenten la calidad actual de la Academia.
4.3 Promoción de la
Academia en las Conferencias y Unidades de la Congregación
La relación entre la Congregación y la
Academia Alfonsiana debe ir más allá del mero hecho de garantizar un cuerpo de
profesores y una estabilidad económica. Reconocer a la Academia como un
'apostolado común y como una prioridad' de la Congregación requiere una
renovada visión de dicha relación y colaboración. Esta visión y mentalidad
desafían a la Congregación a promover el estudio de la teología moral y a la
Academia a hacer lo mismo dentro de la propia Congregación. Todo esto nos
impele igualmente a promocionar la Academia en las Iglesias locales como un
Instituto que prepara para ser teólogos moralistas – sacerdotes diocesanos,
religiosos y laicos – y como una fuente de investigación en teología moral y en
la formación continua. Al mismo tiempo, se trata trambién de una invitación a
la Academia a continuar con sus iniciativas de ayuda a toda la Congregación y a
la Iglesia Universal mediante la seria reflexión moral, la elaboración de obras
escritas, los talleres y otros programas.
5. Conclusión: La Academia,
los Redentoristas y San Alfonso
La experiencia
misionera y pastoral convenció a San Alfonso de la importancia de la Teología
Moral como dimensión integral del Carisma de la Congregación del Santísimo
Redentor. Dedicó tiempo, estudio, y enormes esfuerzos a su Theologia Moralis.
Su espiritualidad se fundamenta en una profunda convicción de que la vida moral
cristiana se basa en una especie de combinación entre la práctica del amor a
Jesucristo y la uniformidad con la voluntad de Dios. Esto lleva a la santidad.
Para San Alfonso, la teología moral no es meramente una disciplina teológica
independiente, sino una praxis vital e integral para proclamar eficazmente la
Buena Nueva de la 'Copiosa Redemptio' en Jesucristo – y este anuncio está
dirigido a los más abandonados y a los pobres.
El XXIV Capítulo
General afirmó dicha convicción fundamental de San Alfonso y señaló a la
Academia Alfonsiana como una prioridad concreta a fin de llevar hoy esta
convicción a la práctica. Como parte del continuo proceso de renovación y
reestructuración a favor de la misión, la Congregación debe también examinar y
renovar su visión de la Academia y del cometido que ésta desempeña en cuanto
medio de proclamar el Evangelio siempre de forma nueva.
Que la sabiduría y
el compromiso que adquirió San Alfonso nos inspiren a la hora de continuar su
visión sobre el estudio, la investigación, la enseñanza, y las obras sobre
teología moral a fin de que todos cuantos están llamados a la redención y a la
santidad puedan encontrar la inspiración y la esperanza que necesitan para
hacer que Dios sea todo en todas las cosas.
Que al celebrar su
fiesta con gozo y esperanza, sigamos el ejemplo de su vida con confianza y
fidelidad. Que Nuestra Madre del Perpetuo Socorro nos acompañe siempre.
Su hermano en el
Redentor,
Michael Brehl, C.Ss.R.
Superior General